Capitulo I
ARQUEOLOGÍA Y PREHISTORIA DE LA ÉTICA

Es común encontrar en los libros de historia de la filosofía el criterio de que los filósofos cosmológicos no se preocupaban por los problemas del hombre, que sus únicos intereses fueron las estrellas y el surgimiento del cosmos. “Looking back on the early history of philosophy, later philosophers traced to Socrates a major turn in its development. As Cicero puts it: “Socrates was the first to call philosophy down from the heavens... and compel it to ask questions about life and morality”(Tusculan Disputations V 10-11). Previously it had been concerned with the origins and nature of the physical world and the explanation of celestial and other natural phenomena.”[6] Esto es una lamentable reducción de la realidad histórica a una fórmula. La afirmación resulta, en mi opinión, estrecha, y coincide apenas con la obra de esos autores. Mis investigaciones me han llevado progresivamente a discrepar de lo anterior: una parte de las reflexiones de aquellos hombres se dirigió hacia la vida humana, y no fue, por cierto, una parte insignificante de la misma.
La opinión de Werner Jaeger es la siguiente: “La única diferencia está en que la concepción del estado es, por su misma naturaleza, de carácter inmediatamente práctico, mientras que la investigación de la physis o génesis, es decir, del “origen” se halla impulsada por la “teoría”. El problema del hombre no fue considerado, en un principio, por los griegos, desde el punto de vista teórico.”[7] Pero no por ello carece de espacio e importancia en los trabajos de los primeros filósofos y en la evolución de la cultura griega de los siglos VII y VI ane, como este autor reconoce. Es necesario considerar que se reconoce a Sócrates como el creador de los conceptos. Los conceptos de los pensadores anteriores a él, no son conceptos científicos en todo rigor; sino que hay en ellos aún mucho de mitología. Con esta simple reflexión podría cuestionarse (y se ha hecho) que la filosofía anterior al siglo V ane sea estrictamente filosofía. En este aspecto voy a seguir el criterio generalizado en los especialistas que consulté, que consideran a los presocráticos como los primeros filósofos. Si la reflexión física no era auténticamente científica, debido a los estrechos vínculos que guardaba con la mitología, pero es no obstante considerada filosófica, ¿qué impide dar la misma categoría a la reflexión moral? Cierto que no lograron la misma claridad y coherencia sistémica sobre los temas humanos, que en los referidos a la naturaleza. Las intuiciones éticas no pasaron de ser un grupo de ideas desorganizadas y con algún sentido práctico más o menos obvio; aunque hay excepciones notables como Demócrito y los pitagóricos. Además, la línea divisoria entre teoría y práctica se vuelve extremadamente fina, y en algunos casos desaparece; la ética se construye precisamente en esa frontera. En fin, la falta de sistematización aparente o real (esta afirmación se entenderá mejor cuando hablemos de los atomistas), unida a la escasez de fuentes sobre el tema, provoca la ilusión de que aquellos filósofos no se ocuparon del hombre en lo absoluto. No obstante, nos quedan suficientes datos para disolver este espejismo.
De los primeros filósofos jonios especialmente es muy poco lo que nos queda. Las fuentes sólo nos brindan frases aisladas y fragmentos dispersos. Diógenes Laercio inicia su obra “Vida de los Filósofos más Ilustres” con el nombre de Tales. De las sentencias que le atribuye, algunas tienen un carácter ético marcado. En el libro primero, párrafo doce, hay muchos ejemplos. En otro lugar escribe: “De Tales es aquella sentencia: “conócete a ti mismo”[8] Esta frase indica claramente que su único campo de conocimientos no era el cosmos. A menos que practicara la hipócrita postura de “haz lo que yo digo, pero no lo que yo haga”, debemos reconocer que le interesaba el alma humana. Sus avances en este objeto de estudio no han llegado a nosotros, y es probable que no fueran notables. De cualquier manera, no es eso lo que importa, sino el hecho de que el mismo fundador de la filosofía jonia tenía intereses que trascendían “the origins and nature of the physical world and the explanation of celestial and other natural phenomena”, como lo expresa el historiador que cité justo al principio de esta tesis.
Tales fue considerado un sabio de la antigüedad. No hubo mucho consenso a la hora de llamar sabios a unos u otros, pero este pensador aparece en todas las listas. Es curioso que en la antigüedad se considerara filósofos a varios hombres que hoy no son siquiera mencionados. Con un criterio más amplio que el de los actuales historiadores, los antiguos consideraban a los sabios verdaderos filósofos, y no sólo hombres políticos o juristas. Esto nos permite entender que para los pensadores de la antigüedad, la filosofía no sólo se reducía a escudriñar los secretos del cosmos; aunque hablaran con más frecuencia de los logros que en este campo tuvieron los presocráticos. Esto arroja luz sobre la frase de Cicerón, o más bien, pone en entredicho su interpretación convencional: si los filósofos presocráticos sólo se ocuparon de cuestiones físicas, ¿qué hacen los sabios, de obra fundamentalmente política o moral, en un libro sobre filósofos? ¿Por qué los sofistas son tajantemente, salvo Protágoras, dejados fuera, y los sabios aceptados? En todo caso, la frase de Cicerón quizás no fuera tan estrictamente aceptada en la antigüedad, como en nuestros días. Encontrar un historiador griego imparcial, ha mostrado ser una tarea más ardua que la búsqueda del santo grial. La frase de Cicerón es singularmente bella (como que nace de la pluma de un maestro de oratoria), pero probablemente está lastrada por la apuntada parcialidad. Es sabido que todas las escuelas posteriores al siglo V ane son deudoras de Sócrates de una forma u otra, y es lógico que vean en Sócrates el fundador de sus propias tendencias. El Epicureísmo, que sigue a Demócrito, es la única escuela importante de la helenística que no proviene del sabio ateniense. Diógenes Laercio, que alaba a Epicuro, hasta el punto de que se ha argumentado su filiación filosófica a esta corriente, no secunda a Cicerón en su afirmación. O sea, que la verdad de tal frase no estaba tan establecida como se piensa comúnmente. Por otra parte, algunos historiadores modernos establecen primero que los primeros pensadores se ocuparon sólo, o preferentemente, del cosmos, y luego afirman que todos los que no se ocuparon de tales problemas no eran filósofos. La arbitrariedad de este razonamiento es evidente.
La reflexión moral no es propia sólo de los sabios, de forma que sin necesidad de probar que fueron filósofos (problema este que no voy a abordar) se pueden argumentar mis puntos de vista. De Anaximandro y Anaxímenes es muy poco lo que Diógenes Laercio nos trasmite, y aún menos, algo que aporte a la discusión presente. El aspecto filosófico de estos tres pensadores será abarcado más adelante en este mismo capitulo. Heráclito, en cambio, es harina de otro costal. De este pensador nos han quedado varios fragmentos, específicamente de su único libro De la Naturaleza. La compilación de la doctora Rita Buch, obra que ahora sostengo, nos permite examinar sus ideas. Ya en el cuarto fragmento encontramos al filosofo hablando de cuestione morales. “Si la felicidad consistiese en los deleites corporales habría que llamar felices a los bueyes cuando encuentran arvejas que comer.”[9] Pero no es el único fragmento que se puede citar. Por ejemplo: “En la mano de todo hombre está conocerse a sí mismo y ser sensato.”[10] “Pensar es la máxima de las virtudes; y la sabiduría consiste en decir la verdad y en que los que la entienden obren según naturaleza.”[11] El concepto que se considera, por muchos especialistas, central en la filosofía ética antigua, la virtud, aparece aquí y no parece ser simplemente una palabra hueca. De hecho, se pueden rastrear las virtudes clásicas en los textos de Heráclito, pues aparecen al menos tres de éstas: la justicia, la prudencia y la templanza.
De los pitagóricos sabemos que se dedicaron al gobierno. Esta tarea es casi imposible si no se tienen creados criterios sobre la misma. Sabemos además, que en la antigüedad la actividad política y las cuestiones morales no llegaron a desligarse, sino hasta mucho después. Pero si esta observación tan simple no bastara, y para no caer en complicaciones innecesarias en este momento, que es tan sólo introductorio, podemos citar una vez más a Diógenes Laercio. “Que la virtud es armonía, lo es la salud, lo es toda cosa buena y lo es también Dios, y aun todas las cosas existen por la armonía. Que la amistad es una igualdad armónica.”[12] Aquí tropezamos con la idea de la armonía, que tiene singular importancia en el pensamiento antiguo. En efecto, junto con las virtudes, se considera uno de los conceptos cardinales de la ética griega: entendida como mesura. La elaboración pitagórica no carece de coherencia, pues la armonía abarca desde el cosmos, las ciencias, la medicina, las artes y la música, hasta la ética y la política. Pero todo esto lo trataré más adelante; ahora sólo intentaré demostrar que la investigación filosófica de los pitagóricos no fue exclusivamente naturalista.
De Parménides y sus discípulos resulta más difícil encontrar reflexiones éticas. Esta escuela cultiva fundamentalmente la lógica y la polémica filosófica. A raíz de la genial idea de su fundador, los eleatas se dedicaron por completo a los problemas de la razón “pura” - como los denomina George Thomson. La conceptualización del cosmos ha alcanzado con ellos un considerable desarrollo. Nada parecido hay en el saber ético, al menos, en los años en que vivió Parménides. No seria hasta más tarde, andando el tiempo, que hallaron aquellos hombres “en el estudio de los problemas del mundo exterior, y ante todo de la medicina y la matemática, intuiciones del tipo de una techné exacta, que le sirvieron de modelo para la investigación del hombre interior.”[13] En cambio el estudio del cosmos (que por su propia naturaleza, y también debido a lo rudimentario de la técnica de aquellos días, tiende hacia la teoría) se hallaba ya en un nivel de conceptualización tal entre los eleatas, que se ha llegado a decir que uno de sus genios, Parménides, es el padre de la lógica.
De Anaxágoras y Empédocles no se han podido encontrar fragmentos de contenido ético. Estos hombres parece que se dedicaron por entero a la “filosofía natural”. En cuanto a las fuerzas del segundo, amor y discordia, no se puede afirmar que sean morales, más que por su apariencia. En realidad parece que tienen mucha más relación con la religión. Con Demócrito la situación es totalmente distinta. Respecto a este pensador es especialmente caprichosa la idea de Cicerón y algunos historiadores de la filosofía. Este pensador fue el primero en acercarse a una concepción de la ética como saber independiente y consciente de su objeto de estudio: “El primero en aproximarse a esta concepción fue Demócrito, quien dividió su filosofía en: Teoría Cosmogónica, Doctrina sobre el Ser, Doctrina sobre el conocer, Psicología y Etica.”[14] En este sentido es incluso más profundo y preciso que Sócrates. Entre los fragmentos que compila mi tutora son casi innumerables los que tienen un carácter ético. Este pensador de mente enciclopédica escribió varios textos morales, cuyos títulos nos trasmite Diógenes Laercio en la pagina 235 (hay al menos ocho libros evidentemente dedicados al tema). Una obra tan amplia sobre el tema (aunque sólo tuviéramos la lista de los títulos) no puede desestimarse con facilidad, y considerarlo presocrático sobre la base de que se preocupó fundamentalmente de cuestiones físicas, es un prejuicio arbitrario. No es el momento de tratar la compleja obra ética de Demócrito, más adelante se analizará de manera extensa.
Ahora bien, después de todo lo anterior, espero que se acepte tentativamente mi opinión. En los próximos epígrafes estudiaré analíticamente el saber moral de los primeros filósofos, y espero probar mis afirmaciones. En el saber de los filósofos más antiguos estaba presente el conocimiento de índole moral. Uno de mis profesores lo expresó con más tino: “Es cierto que en los inicios del saber filosófico, la Etica se encontraba fusionada con la gnoseología y la ontología”[15] La palabra fusión es precisa. La filosofía entre los griegos fue muy sensible a todos los movimientos políticos y religiosos De estos movimientos tomó nociones e ideas, y las devolvió luego racionalizadas o transfiguradas en leyes universales. Ideas morales pasaron a la filosofía cosmológica en forma de leyes. Ejemplo de lo anterior es la Diké en el pensamiento parmenídeo. Además, las reflexiones filosóficas tuvieron repercusiones no sólo académicas - aunque este término aplicado a aquella época se presta a confusión. Las ideas éticas, ontológicas y epistemológicas se hallan en relación directa entre sí, a veces tan estrecha, que resulta imposible diferenciarlas. Las preocupaciones sobre cualquiera de estos aspectos llevan a los otros de manera fluida, y las soluciones halladas tienen consecuencias sobre el resto de la reflexión. A diferencia de lo que sucede en la actualidad, cuando el saber tiende a fragmentarse y especializarse progresivamente, en la época antigua el saber tendía a generalizar e incluir bajo el dominio de la filosofía toda forma de conocimiento. Es fácil entender entonces el estrecho vinculo que existe entre todas las esferas del conocimiento, fundamentalmente en los primeros tiempos, cuando el desarrollo técnico era aun incipiente. Para entender estos asuntos es necesario acercarse al surgimiento de la filosofía.
¿Que condiciones determinan el surgimiento de la filosofía en Grecia antigua? Esta pregunta es suficiente para una tesis. Se han escrito innumerables textos sobre el tema, tantos que la revisión de todos costaría casi una vida. Como no es un aspecto central de mi investigación, no haré hincapié en esto. Considero, no obstante, que es necesario abordar este tema aunque sea superficialmente. Tomaré las conclusiones de un especialista reconocido: George Thomson, y trabajaré con eso.
A la altura de la Edad de Hierro las condiciones económicas que definen la civilización, tal como Engels la entiende, se habían alcanzado en Grecia - incluyendo la zona del Asia Menor. La Edad de Hierro se inaugura en Grecia con las conquistas de los Dorios. Aunque al principio esta conquista y la introducción del hierro parecen retardar el desarrollo social, la realidad es otra. Es cierto que las ciudades florecientes se apagaron y que la “civilización” lograda parecía vacilar. En palabras de George Thomson: “Además, al aumentar la productividad y hacer posible así nuevas divisiones de trabajo, el empleo del hierro aceleró aún más el proceso de la transformación de la producción y la apropiación colectiva en producción y apropiación individuales. Por consiguiente marcó una nueva etapa en el desarrollo de la producción de mercancía. A la comuna aldeana, que se apoyaba en la propiedad común, y que entregaba sus excedentes en forma de tributo, la sucedió una comunidad de propietarios individuales, cada uno de los cuales producía independientemente para el mercado libre (...) Tal era la polis griega, basada en el empleo del hierro.”[16] Con el desarrollo de las fuerzas productivas, en el seno de la comunidad primitiva se producen ciertos cambios en las relaciones de producción: la división social del trabajo. A medida que se impone ésta, el cambio entre los individuos se generaliza; hasta que la producción de mercancías se vuelve la forma dominante. Esto ultimo provoca el surgimiento de una nueva clase: la de los comerciantes; y tiende a sustituir las relaciones de producción basadas en la propiedad común, por las que se sustentan en la propiedad privada. Se hace necesaria la introducción de la moneda, para facilitar el intercambio. La sociedad se escinde en clases: explotados y explotadores. La esclavitud, que es la forma propia de explotación del mundo clásico antiguo, hace su aparición.
Durante los siglos VII y VI ane hubo en Grecia un tremendo movimiento de expansión comercial - en las proporciones de aquellos tiempos, claro está. Los griegos compitieron contra los fenicios en todo el Mediterráneo. Hacia el siglo VII ane, los primeros llevaban ventaja en el Egeo y se disponían a tomarla en el Levante. El comercio sometió a la producción y cambio las antiguas relaciones. En cualquier comunidad en que se desarrolle el comercio, este repercutirá sobre la totalidad de la misma. La producción se someterá al valor de cambio, y poco a poco el comercio se apropia no sólo del sobrante, sino de ramas enteras de la producción. En el mundo antiguo el desarrollo del capital comercial produjo una economía esclavista. El aumento de la circulación del dinero fue decisivo en Grecia; esta sociedad fue la primera que se basó en una economía dineraria. Con la introducción de la moneda se revolucionó toda la sociedad. La producción de mercancías alcanzó entonces (si bien se había desarrollado paulatinamente en muchos lugares) su máximo y completo desarrollo. El comercio se extendió y lucró casi con preferencia de la trata de esclavos. En varios textos antiguos se menciona la venta de esclavos y por lo que parece era muy buen negocio. De forma que se intensificó la esclavitud y la sociedad vino a ser verdaderamente clasista. Los esclavos podían ser bárbaros, o deudores que no podían pagar, u otros griegos tomados en las guerras.
En este momento histórico se dio el surgimiento de la filosofía. Para el hombre de la comunidad primitiva es imposible distinguir la sociedad de la naturaleza. Sólo cuando el hombre se enfrenta a un mundo social construido por él, y no sencillamente natural, le es posible diferenciar ambas cosas. Es notable que en los primeros siglos de la expansión comercial, la nobleza participara de esta lucrativa actividad, así como que muchos de los primeros filósofos, pertenecieran a la clase de los comerciantes. De forma que estos hombres tomaron conciencia del mundo humano, de la sociedad, como algo ajeno a la naturaleza, o al menos diferente. Sólo así se puede explicar que los filósofos del Asia Menor objetivaran la naturaleza. Esto hubiera sido imposible unos siglos antes. Independientemente de lo ya explicado sobre el desarrollo de la sociedad y las condiciones económicas, hay otro par de aspectos de importancia. Por un lado, el desarrollo de la capacidad de producción permite un excedente y la existencia de un sector de la sociedad que se puede dedicar a hacer teoría, o a la producción espiritual. Esto desarrolla el andamiaje conceptual. Por otro lado, el desarrollo del lenguaje escrito es imprescindible. Los griegos tomaron de los fenicios cierto grupo de consonantes y le agregaron vocales - los fenicios no dejaron libros, pues no es fácil ser literato sin unas cuantas vocales, dice Will Cupy con agudo sentido del humor. El alfabeto es un hijo legitimo del comercio y con él evolucionó. “La invención del alfabeto puede compararse con la invención del trabajo del hierro”[17] El desarrollo del alfabeto permitió nuevos avances al pensamiento abstracto (a diferencia de la escritura pictográfica e ideográfica, la escritura alfabética no es concreta sino abstracta) y marcó una nueva etapa en el desarrollo del mismo. Hizo posible que el idioma y el pensamiento mismo se volvieran objeto de reflexión - esto abre el camino a la gramática y la lógica.
"La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás."
Tales de Mileto (626/623 - 548/545 AC)
[6] Art. “Socrates” de la Routledge Encyclopedia of Philosophy.
[7] Jaeger, Werner, "Paideia los Ideales de la Cultura Griega", La Habana 1971. Pag, 152.
[8] Laercio, Diógenes, "Vidas de los Filósofos más Ilustres", La Habana 1990.Pag. 17
[9] Buch Sánchez, Rita María, "Antología de Historia de la Filosofía”, La Habana 1985. Pag. 56.
[10] Ibídem. Pag. 65
[11] Ibídem. Pag. 65.
[12] Laercio, Diógenes, "Vidas de los Filósofos más Ilustres", La Habana 1990. Pag. 211.
[13] Jaeger, Werner, "Paideia los Ideales de la Cultura Griega", La Habana 1971. Pag. 152.
[14] Bombino, "Introducción. La Etica como Disciplina Filosófica.". Pag. 1.
[15] Ibídem. Pag. 1.
[16] Thomson, George, "Los Primeros Filósofos", Edit. Edición Revolucionaria, Instituto del Libro, La Habana 1968. Pag 218.
[17] Ibídem. Pag. 226.